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Aviaciondigit@l | ||
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El cáncer de Iberia está en los jefes y directivos incapaces, inútiles y mediocres. La compañía vive en una crónica falta de previsión y planificación. No hay aviones. El equipo directivo se queja ahora de que no se ha hecho una política de renovación de flota y no cuenta con la flota de aviones para acometer de forma eficiente el futuro de la aerolínea. Al trabajo de planificación no hecho se suma ahora el juego de las mentiras. Aviones A340 de Iberia que se retiran por no ser rentables, sí lo son en otras aerolíneas. E incluso en la mismísima Iberia, su flota de A340 sigue operando día tras día con una ocupación récord. Y por si eso fuera poco, ¿por qué no aceptar los B777 ofertados por British para que sean operados por Iberia? Mala planificación y mentiras.
Pero ése no es el problema... El verdadero problema es que no hay futuro, porque no hay una estrategia para crecer, no hay ilusión ni jefes que sean líderes. Iberia es un enfermo que agoniza en su propia depresión. Los trabajadores tienen el deber de revelarse contra los dirigentes de Iberia para evitar la muerte anunciada de la compañía. Y al igual que los indignados, buscar la fórmula para organizarse y actuar contra los directivos para cambiar el rumbo suicida de Iberia.